PONENCIA-ESPECTÁCULO EN SEVILLA

Esta semana he estado en la universidad de Sevilla haciendo mi ponencia-espectáculo
TRILOGÍA DE MUJERES MEDIEVALES

Eso que veís ahí de espaldas, no es un fantasma. Es la reina doña Sancha de Castilla y León, venida del siglo XI por arte del teatro, dirigiéndose a los estudiantes de Filología en un Seminario sobre Identidades e interculturalidad en el bello marco de la antugua Fábrica de Tabaco.
Después de ella, tomaron la palabra Zahra, la favorita de Abderramán III, y la judía Raquel.
Yo les presté mi cuerpo y mi voz. Y, de paso, aproveché para hablarles de mi proceso de creación de la TRILOGÍA como dramaturga.

Ha sido una hermosa experiencia.
Después hubo un coloquio, donde los estudiantes me hicieron preguntas.
Una de las más bonitas reflexiones fue la de una alumna que podemos ver en la segunda fila: "Yo pensaba que el dramaturgo era una persona que se sentaba detrás de una mesa y escribía. Ahora sé que se trata de una fantástica aventura."

Sevilla también estaba fantástica, llena de este color malva con que la pintan los pétalos de las gigantescas jacarandas que llenan la ciudad en primavera.

Además, me reencontré con mis queridos hermanos y sobrina: Jose, Julia y Clara, con los que me gustaría compartir más momentos si la geografía lo permitiera. Lo mismo que con Julián, en Madrid.

Dicen que "Quien fue a Sevilla perdió su silla". Pero, no os preocupéis. Mi silla frente al ordenador me estaba esperando. Y más allá de la silla, mi casa, mi jardín, el mundo...